Como todos veréis, este sujeto perteneciente a una extraña raza humana, merece un capítulo aparte en este blog, ya que entre otras cosas, se pasó por el forro de sus gafas la encuesta de lo que debería de hacer el jugador número 13. "Hizo un Gabino" en toda regla, a las primeras de cambio, cuando todo el mundo estaba expectante del momento en que él mismo dijera que no jugaba, o que alguno de los del resto de equipo lo echara a leches. Pero no, no ocurrió nada de eso.
Conejovic, calentó como si tal cosa, le dio la mano a todo el mundo, como si no pasara nada, haciendo caso omiso a los comentarios que ya se empezaban a oir en la pista, estiró con esa pose que sólo poseen los grandes atletas, Carl Lewis, Haile Gebrselassie, Michael Jonhson, etc..... oímos como le crujían las articulaciones de ese pedazo de atleta que lleva dentro, y sin más, se incorporó al equipo pasando olímpicamente de los estatutos recientes que marcamos en este blog. Más tarde analizaremos los comentarios que adjunta tal sujeto a este blog, con premeditación y alevosía a las tantas de la noche del día antes del partido para que nadie le pueda replicar y dar buena cuenta de sus comentarios soeces.
Adjunto gadget al margen de finanzas y todo lo referente a la bolsa, para que no pierda el tiempo el sujeto cuando se conecte al blog. Y de paso que Ángel las mire también para ver si tenemos que presenciar como la perra de Ángel le come las pelotillas al timador del club.
¿Se nota mucho que es lunes y no tengo ni putas ganas de trabajar?
ResponderEliminarAquí estoy de nuevo.
Sólo quiero sugerir al Hermano Puto Conejo Pérez que cuelguq las fotos del Sambódromo de Hondón, vía Hermano Chein, como mejor manera de obtener el perdón del grupo por su "Gabino" del sábado.
Yo si consigo verlas, le perdono todos los Gabinos que quiera hacer a partir de ahora.
Por cierto, creo que deberíamos llamar "hacer un Chein" a un momento de ofuscación continuada en un partido de fútbol, incluyendo, discusión con todos los miembros de su equipo, y por supuesto,con bajada de pantalones.
Coño, vamos a decirlo todo: ese también ha sido uno de los momentos memorables a recordar por mucho tiempo.
En un arduo trabajo de investigacion periodistica e intrigado por las vicisitudes del conejo en el Hondon, he conseguido las facturas de compra del minio con el que se embadurno su cuerpo para subirse en la carroza.
ResponderEliminarPor supuesto las fuentes son secretisisisisimas, pero ya no tiene excusa para decir que aquello no sucedio, FOTOS YA!!!!!
Como miembro de la asociación ecologista "Save the rabbit", y dado el peligro inminente de extinción de esta especie salvaje y más concretamente de la subespecie "torrellanensis", propongo ampliar los privilegios del conejo en aras a su perfecta conservación dado que la simple acción de "hacer un Gabino" no garantiza su éxito. Así que a partir le será permitido lo siguiente:
ResponderEliminar"jugar con las manos"
"valor doble de sus goles, triple en el caso de ser de cabeza"
"el partido no comenzará hasta que el conejo esté completamente cambiado y con la sesión de estiramientos realizada, es decir se jugará en horario nocturno"
"en las duchas se le dejará champú, gel y toalla"
"se le pagará la pista y se le invitará a almorzar"
"se le alabará en todo momento su fortaleza física y lo guapo que es"
De este modo espero que el conejo sea protegido como se merece y pueda llegar a procrear garantizando el futuro de la especie.
"SAVE THE RABBIT", esta es la nueva consigna a la que todos debemos volcarnos a partir de ahora. No podemos prescindir de este pedazo de jugador, por lo que propongo que a parte de las normas que escribe Yago en este apartado, hagamos un cuadrante de recogida del sujeto a su Santa Casa los sábados en Torrellano. Eso sí, previa hora prefijada por él, es decir, si el partido empieza, y le toca ir a uno de nosotros a por él en el minuto 32 de la segunda parte, pues se para el partido, se coge el coche y se va a por él. Luego él tiene la potestad de si juega o no, y de ir en el equipo que vaya ganando en ese momento, dado que puede elegir, incluso, si nos tenemos que cambiar las camisetas sudadas para llevar el color que a él le salga de la polla. He dicho.
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